La soledad no sabe jugar.
La invito a menudo porque
me divierto con ella.
Me deja; pero no sabe jugar.
Es tramposa:
era mi turno y no pude moverme.
En el juego, no se vale agarrar.
Amanece tras mi ventana un pequeño paisaje de hielo pasado por agua pienso en la gente que a esta hora corre escapando del tiempo, apretujad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Toda crítica verdadera es un acto de amor".