Buscar este blog

jueves, 20 de febrero de 2014

Poema, A UNA MUJER DEL CAMPO


Cómo se le ocurre retratarme a mí,
si es que, segurito, la que no ve bien soy yo

¿acaso, qué es lo que sumercé ha visto?
será alguna tristeza de esas que no aguanta más pena
o, que le llame la atención 
esta mirada 
que ya no escondo porque de eso, de pura pena
cuando me vaya, me iré bien llena.


Nunca tuve vergüenza y menos ahora,
sólo me vi a mi misma en los espejos del agua,
nunca vi arrugas, nunca vi canas,
y de la cicatriz y el callo he vivido acostumbrada.


Cómo es que me mira y se detiene;
qué le puede decir esta mirada
si acaso, el nuevo rostro de la vida cotidiana
y todos los años juntos
en el cansado gesto de una anciana resignada.


¿Pero sabe? lo he pensado,
ahora no quiero que pase de largo;
le voy a proponer un trato
un trato de una mujer del campo:
tome su foto y déjeme invitarlo,
yo le preparo un café y mientras, conversamos,
y sumercé

luego me lleva en ese humilde retrato
lo más lejos que pueda
de este lugar olvidado.

IRMA PEREZ, La Pillis - 2014

Fotografía de Antonio Campillo Prada

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Toda crítica verdadera es un acto de amor".

En algún poema te encontrarás un día, y ese será un lugar para tí, a donde volver siempre.

SOY MUJER

  ¡Es mujer! le han dicho a la mujer que me parió, que no soy hombre   sí, mujer,  es decir, la ternura de la cáscara del durazno  y la espe...